La famosa deja su impronta en el beach de Puente Romano a la última moda y ajena a los prejuicios
Es conocido el afán de Carmen Lomana por estar siempre a la última moda. También su falta de prejuicios. La madrileña, que ya disfruta de sus habituales vacaciones en Marbella, se pasea todas las tardes por la playa de Puente Romano mostrando su última adquisición. Lo hace bien con su impecable vestimenta post-playa, con elegante sombrero incluido, como luciendo una figura que cualquier otra mujer a punto de cumplir los 65 años firmaría con los ojos cerrados.
Lo que más ha llamado la atención de la popular colaboradora televisiva no es tanto el tipo que luce sin prejuicios como la demostración de que también en tecnología está a la última. Su más reciente adquisición es uno de los accesorios para Iphone más fashion del mercado, y es que Lomana ha demostrado una vez más que lo que ya muchos jóvenes llevan en ciudades como Madrid, París o Londres ella no tiene problema en lucirlo en Marbella. Todo lo contrario: el caso es sentirse mirada, demostrar que para saber qué novedad es la más chic no hay mejor atajo que observar qué usa ella. Imitarla ya es decisión de cada uno.
¿Quién dijo que un teléfono móvil es mejor cuánto más pequeño y más discreto? Que se lo pregunten a los muchos que ahora necesitan un bolso aparte para llevar el teléfono que complementará a su propio teléfono. Ya se sabe que las modas cambian, y ahora lo retro, y el teléfono grande, llama más la atención que los dispositivos pequeños que parecen haber quedado 'out'. Todo sea por estar a la última.
Se trata de lucir el conocido como auricular Moshi Moshi, cuyas ventajas fundamentales son, según quienes se encargan de comercializarlo, la reducción de la radiación del teléfono móvil hasta un 90%, la posibilidad de convertir cualquier tableta en un teléfono gracias a programas como Skype, su compatibilidad con la mayoría de los teléfonos, su bajo coste y la gran cantidad de colores en los que está disponible.
No sabemos si a Carmen Lomana la sedujo alguno de estos argumentos o simplemente se decantó por el más contundente de todos: la mayor de las funcionalidades del artilugio es que si a una la sorprenden en la playa o a pie de chiringuito con el accesorio de aire retro, demostrará al mundo que está a la última. Y de eso se trata.
Es conocido el afán de Carmen Lomana por estar siempre a la última moda. También su falta de prejuicios. La madrileña, que ya disfruta de sus habituales vacaciones en Marbella, se pasea todas las tardes por la playa de Puente Romano mostrando su última adquisición. Lo hace bien con su impecable vestimenta post-playa, con elegante sombrero incluido, como luciendo una figura que cualquier otra mujer a punto de cumplir los 65 años firmaría con los ojos cerrados.
Lo que más ha llamado la atención de la popular colaboradora televisiva no es tanto el tipo que luce sin prejuicios como la demostración de que también en tecnología está a la última. Su más reciente adquisición es uno de los accesorios para Iphone más fashion del mercado, y es que Lomana ha demostrado una vez más que lo que ya muchos jóvenes llevan en ciudades como Madrid, París o Londres ella no tiene problema en lucirlo en Marbella. Todo lo contrario: el caso es sentirse mirada, demostrar que para saber qué novedad es la más chic no hay mejor atajo que observar qué usa ella. Imitarla ya es decisión de cada uno.
¿Quién dijo que un teléfono móvil es mejor cuánto más pequeño y más discreto? Que se lo pregunten a los muchos que ahora necesitan un bolso aparte para llevar el teléfono que complementará a su propio teléfono. Ya se sabe que las modas cambian, y ahora lo retro, y el teléfono grande, llama más la atención que los dispositivos pequeños que parecen haber quedado 'out'. Todo sea por estar a la última.
Se trata de lucir el conocido como auricular Moshi Moshi, cuyas ventajas fundamentales son, según quienes se encargan de comercializarlo, la reducción de la radiación del teléfono móvil hasta un 90%, la posibilidad de convertir cualquier tableta en un teléfono gracias a programas como Skype, su compatibilidad con la mayoría de los teléfonos, su bajo coste y la gran cantidad de colores en los que está disponible.
No sabemos si a Carmen Lomana la sedujo alguno de estos argumentos o simplemente se decantó por el más contundente de todos: la mayor de las funcionalidades del artilugio es que si a una la sorprenden en la playa o a pie de chiringuito con el accesorio de aire retro, demostrará al mundo que está a la última. Y de eso se trata.
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