La organización pide medidas políticas para evitar la escalada de jóvenes que ni estudian ni trabajan
El 24% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estaba empleado ni recibía ninguna formación ("ni-ni") en los primeros años de la crisis, la quinta tasa más alta entre los 33 países de la OCDE, cuya media era del 16%.
Entre 2008 y 2010, las personas en tal situación aumentaron siete puntos en España, la tercera subida más elevada después de Irlanda y Estonia, mientras que creció 2,1 puntos en la OCDE, según el informe de esta organización Panorama de la Educación 2012.
El estudio, presentado hoy, indica que la crisis se ha cebado ese período más con quienes menos formación tenían, pues la tasa de paro llegó al 25% entre los que sólo habían acabado la educación obligatoria o ni siquiera.
Son 15 puntos de diferencia con los titulados de FP superior y universitarios, que apenas superaban el 10%, si bien el desempleo prácticamente se ha duplicado para todos los niveles de formación.
"La educación es un buen seguro contra el desempleo", según el informe, y más altos son los ingresos y menor la diferencia salarial de género cuando se trabaja en empleos de formación más alta.
Por el contrario, y como dato positivo, España ha reducido en diez años (2000-2010) la población adulta que no pasaba de la educación obligatoria -del 62 al 47%-, aunque continúa alejada de la OCDE (26%) y la UE-21 (24%).
Otro de los déficits es el de graduados en FP media y estudios similares, que ha aumentado hasta el 28%, aunque son el 38% en la OCDE y el 44% de la UE-21.
Según ha dicho en conferencia de prensa la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, el Ministerio se ha marcado superar esa deficiencia.
El 57% de los españoles consigue terminar la secundaria superior en los años teóricos de duración, cuando son el 70% en la OCDE.
Sin embargo, sigue España por delante en titulados superiores de FP superior y de Universidad con una media del 31%, ligeramente más que las medias internacionales.
Pero justo antes de la crisis (2007), España tenía el nivel más alto de titulados superiores de 25 a 29 añosocupados en empleos de menor exigencia formativa, en torno al 44%.
En cuanto a la educación infantil, España encabeza tanto la escolarización de niños de 2 o menos años (26%), prácticamente inexistente en otros países, y de 3 ó 4 años, con un 99% de matriculados en este caso.
Según el estadístico de Innovación y Progreso Educativo de la OCDE, Pedro García de León, cuanto antes comienza la escolarización, antes se pueden detectar dificultades de aprendizaje y mejor rendimiento se consigue a los 15 años.
En 2009, España tenía un gasto medio público por alumno en 2009 de 10.094 dólares anuales, superior en más de un 21% al de la OCDE y la UE.
El esfuerzo de la sociedad ha hecho posible que más población tenga estudios postobligatorios, pero los resultados académicos han sido "muy pobres" comparativamente, según Gomendio.
Como hipótesis, España podría mejorar en 16 puntos sus resultados en PISA si el sistema escolar nacional incluyera pruebas externas estandarizadas para todos los alumnos, y alcanzaría así las medidas de rendimiento académico de países como Alemania y Reino Unido y la media de la OCDE.
Entre 2000 y 2009, el gasto en educación primaria y secundaria creció un 33% (36% en la OCDE) y un 39% en la superior (15% en la OCDE).
Entre otros datos, referidos principalmente a 2010, el número total de horas de clase obligatoria de los alumnos de primaria y secundaria en casi todas las edades es en España superior a los promedios internacionales.
Según el Ministerio, España optimiza los recursos humanos "en menor medida" que la OCDE, pues los alumnos por profesor y por clase son menos, aunque es algo más por grupo debido a los desdobles y asignaturas optativas.
El salario de los profesores españoles es superior en todas las etapas, con una diferencia mayor en las retribuciones iniciales.
Sobre los centros, el informe detecta una menor autonomía para tomar decisiones propias, sobre todo en gestión de recursos y de personal.
En cuanto a las tasas de matrícula de las universidades públicas españolas (1.052 dólares de media en 2009), se consideran "bajas" comparativamente con las de otros países.
Gomendio ha explicado que un aumento elevado de éstas, como podría ocurrir en algunas comunidades por el nuevo sistema de precios públicos, no parece haber tenido un efecto negativo determinante en una menor matriculación en el Reino Unido.
Lo ha relacionado no tanto con un modelo potenciado de becas como con un sistema de créditos que los alumnos devuelven cuando alcanzan cierto nivel de renta laboral.
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