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Julio Iglesias: «Yo me esculpí»

El cantante español presenta su nuevo disco l «No podía cantar y canté, y ni siquiera podía ser el más guapo y a veces lo parecí»

Dice Julio Iglesias que es su crítico más fiero y que «la obligación del artista es pedir perdón», razones que amparan su decisión de enmendar, en un nuevo disco, algunos de sus primeros éxitos, esos temas «cantados para adentro» que define como su especialidad . 

«Yo no puedo cantar más que lo que sé cantar, pero lo que sé cantar ha llegado de Finlandia a China», reivindica el cantante español más internacional en una entrevista con «Efe» ante el lanzamiento de «1», el primero de una serie de álbumes en los que ha querido «mejorar» aquellas canciones de su trayectoria hasta 1995, que tenían «un sonido regular».

Se trata de temas como «Por el amor de una mujer», «Lo mejor de tu vida», «De niña a mujer» o «To all the girls i've loved before», que le «abrió el mercado anglosajón», recuerda. «Ahora estoy tranquilo, porque ha sido como un parto», cuenta el intérprete de «Hey» después de tres años metido en los estudios mimando este trabajo y de regrabar unas 200 canciones, reducidas a 34 en este primer volumen doble, en las que su voz conecta más emotivamente con las palabras. A pesar de ello, y aunque declarara hace apenas un año que ha aprendido a cantar «en los últimos quince años», expone que los más grandes intérpretes de la historia «no fueron cantantes de grandes voces» y se inscribe a sí mismo en el escaso grupo de «cantantes para adentro» que conformarían estrellas como Frank Sinatra, Nat King Cole o el Elvis de «Can't help falling in love».

Frente a quienes lo consideran un artista «sobrevalorado», dice que él -que sufrió una lesión que lo apartó de su carrera como futbolista- no podía andar y corrió. «No podía cantar y canté, y ni siquiera podía ser el más guapo y a veces lo parecí», añade. «Una de las cosas más bonitas de la vida es que no te esculpan, sino que tú te esculpas; y yo me esculpí», reflexiona. Pese a sus muchos años en el negocio de la música, el pasado verano cumplió un sueño pendiente, actuar en el Liceo de Barcelona, aunque subraya que él va «a donde hay gente».

También habla de fútbol. Jugó en el Real Madrid antes de que una lesión lo retirara de ese deporte. «Guardiola es un señorazo y un clásico del deporte. Es un hombre perfecto, pero la imperfección de Mourinho también me atrae. Dentro de su vehemencia, hay una gran vulnerabilidad y los seres humanos vulnerables se hacen grandes», dice el cantante.